El liderazgo es influencia, por lo que las palabras que un líder dice son poderosas. Por lo tanto, los líderes deben elegir sus palabras cuidadosamente.
Un consejo que le doy a los líderes con frecuencia es no compartir todo lo que saben. No significa que no compartan información, esa es la clave de un gran liderazgo, pero hay momentos para compartir y momentos para no compartir.
Compartir su próxima gran idea con una sala llena, antes de compartirla con las partes interesadas o con su equipo individual, no es muy estratégica.
Lanzar una corrección sobre alguien o algo, antes de haber examinado todos los lados, no es muy inteligente.
Publicar la información privada de otra persona, sin su permiso, no es solo un liderazgo deficiente, está mal.
Pasar de una idea a otra idea rápidamente antes de que las personas tengan la oportunidad de digerir una idea: desgastará a la gente de su equipo.
Veo a los líderes emocionados, subestiman el poder de su influencia, no se dan cuenta de la pesadez del momento, y simplemente olvidan lo que dicen que se escucha con atención. No es ser estratégico.
Y, lo que decimos como líderes siempre está sujeto a interpretación. La gente escucha una cosa y la interpreta en algo más grande. (Lo cual siempre es el caso en el liderazgo, pero hace que mi punto en este post sea aún más importante).
Los líderes a menudo dicen cosas que no dirían si tuvieran tiempo para pensar en ello.
Debo admitir que he estado allí muchas veces. Me metí el pie en la boca y lamenté lo que dije. Esta es un área de constante disciplina para mí también.
El problema para nosotros como líderes es cuando no pensamos más allá del momento presente, cuando no pensamos en los momentos posteriores al momento. ¿Cómo van a recibir las personas esta información? ¿Cuál es el impacto de lo que voy a decir? ¿He dado a este tema el tiempo suficiente para pensar antes de decirlo? ¿Debo obtener más información antes de hacer público este pensamiento? ¿He orado por esto?
Los grandes líderes entrenan y se disciplinan para pensar estratégicamente para hablar en el momento adecuado
A veces esto significa que aprenden a no decir nada hasta que hayan tenido tiempo de planificar su respuesta.
Incluso está bien decir "Déjame responderte sobre eso mas adelante o volver sobre eso después". O bien, "No lo sé todavía". O bien, "No tengo permiso para compartir eso contigo".
Un consejo rápido de cómo hago esto. Escribo ideas en la aplicación "Notas" en mi iPhone o iPad, o Evernote para ideas más grandes, y me siento con ellas por un tiempo. Podría ser una hora, un día, una semana o un mes, pero lo proceso personalmente y con Dios, con asesores si es necesario, antes de que se lo entregue a nuestro equipo. Y, casi siempre comienzo con un grupo más pequeño antes de lanzar una idea a un grupo más grande. Nunca, por ejemplo, compartiría una idea el domingo con la iglesia hasta que la haya desempaquetado con nuestro personal.
Como líderes, debemos aprender a controlar nuestra lengua en los momentos, porque los momentos importan en el liderazgo.
Ron Edmondson
Un consejo que le doy a los líderes con frecuencia es no compartir todo lo que saben. No significa que no compartan información, esa es la clave de un gran liderazgo, pero hay momentos para compartir y momentos para no compartir.
Compartir su próxima gran idea con una sala llena, antes de compartirla con las partes interesadas o con su equipo individual, no es muy estratégica.
Lanzar una corrección sobre alguien o algo, antes de haber examinado todos los lados, no es muy inteligente.
Publicar la información privada de otra persona, sin su permiso, no es solo un liderazgo deficiente, está mal.
Pasar de una idea a otra idea rápidamente antes de que las personas tengan la oportunidad de digerir una idea: desgastará a la gente de su equipo.
Veo a los líderes emocionados, subestiman el poder de su influencia, no se dan cuenta de la pesadez del momento, y simplemente olvidan lo que dicen que se escucha con atención. No es ser estratégico.
Y, lo que decimos como líderes siempre está sujeto a interpretación. La gente escucha una cosa y la interpreta en algo más grande. (Lo cual siempre es el caso en el liderazgo, pero hace que mi punto en este post sea aún más importante).
Los líderes a menudo dicen cosas que no dirían si tuvieran tiempo para pensar en ello.
Debo admitir que he estado allí muchas veces. Me metí el pie en la boca y lamenté lo que dije. Esta es un área de constante disciplina para mí también.
El problema para nosotros como líderes es cuando no pensamos más allá del momento presente, cuando no pensamos en los momentos posteriores al momento. ¿Cómo van a recibir las personas esta información? ¿Cuál es el impacto de lo que voy a decir? ¿He dado a este tema el tiempo suficiente para pensar antes de decirlo? ¿Debo obtener más información antes de hacer público este pensamiento? ¿He orado por esto?
Los grandes líderes entrenan y se disciplinan para pensar estratégicamente para hablar en el momento adecuado
A veces esto significa que aprenden a no decir nada hasta que hayan tenido tiempo de planificar su respuesta.
Incluso está bien decir "Déjame responderte sobre eso mas adelante o volver sobre eso después". O bien, "No lo sé todavía". O bien, "No tengo permiso para compartir eso contigo".
Un consejo rápido de cómo hago esto. Escribo ideas en la aplicación "Notas" en mi iPhone o iPad, o Evernote para ideas más grandes, y me siento con ellas por un tiempo. Podría ser una hora, un día, una semana o un mes, pero lo proceso personalmente y con Dios, con asesores si es necesario, antes de que se lo entregue a nuestro equipo. Y, casi siempre comienzo con un grupo más pequeño antes de lanzar una idea a un grupo más grande. Nunca, por ejemplo, compartiría una idea el domingo con la iglesia hasta que la haya desempaquetado con nuestro personal.
Como líderes, debemos aprender a controlar nuestra lengua en los momentos, porque los momentos importan en el liderazgo.
Ron Edmondson
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