domingo, 7 de enero de 2018

DIOS honra a quienes le honran

DIOS honra a quienes le honran. Corramos esta carrera en el 2018. ADELANTE .
"Yo honro a los que me honran" 1 Samuel 2:30
Eric Henry Liddell (Tianjin, China, 16 de enero de 1902 – Weixian, China, 21 de febrero de 1945) fue un atleta escocés que fue campeón olímpico de los 400 metros lisos en los Juegos Olímpicos de París 1924, jugador de rugby que se desempeñó como wing para el seleccionado escocés y que sirvió como misionero protestante en China. Su historia fue llevada al cine en la película Carros de Fuego (1981). Liddell nació en China, donde sus padres, que eran escoceses, trabajaban como misioneros para la Sociedad Misionera de Londres. A partir de los seis años, él y su hermano Rob se educaron en Inglaterra, en un colegio para hijos de misioneros. Desde muy joven demostró grandes aptitudes para el deporte, sobre todo en el rugby y en las pruebas atléticas de velocidad. En 1920 se matriculó en la Universidad de Edimburgo para estudiar ciencias exactas.
En su etapa universitaria continuó entrenando y compitiendo en rugby y atletismo. En 1923 se proclamó campeón británico de 100 y 200 yardas. En las 100 yardas estableció un nuevo récord nacional con 9,7 segundos, que no sería batido hasta 35 años más tarde.
Carrera en el rugby
Fue convocado al XV del Cardo en 1922 para enfrentar a Les Blues, jugó seis partidos más hasta 1923 y disputó los Torneos de las Cinco Naciones de 1922 y 1923, año en que jugó su último partido nacional contra el XV de la Rosa.
Juegos de París 1924
Fue seleccionado para competir en los Juegos Olímpicos de París 1924 en los 200 y los 400 metros lisos. Liddell estaba seleccionado para correr en los 100 metros, su mejor prueba, y decidió no hacerlo al enterarse en el último momento de que las eliminatorias se celebrarían un domingo, y competir en domingo era algo que iba en contra de sus creencias religiosas. En el primer evento, los 200 metros, Liddell consiguió la medalla de bronce con una marca de 21,9s por detrás de los estadounidenses Jackson Scholz (21,6s) y Charlie Paddock (21,7s). Pero su gran momento llegaría en los 400 metros, donde lograría una victoria completamente inesperada con 47,6s, que era además récord olímpico. La plata fue para el estadounidense Horatio Fitch (48.4s) y el bronce para el otro británico de la final, Guy Butler (48,6s).
Misionero en China
Después de los Juegos, en ese mismo año obtuvo su licenciatura universitaria. Continuó compitiendo durante un tiempo, aunque en 1925 decidió marcharse a China como misionero tal y como habían hecho sus padres. Liddell sirvió como misionero el resto de su vida, primero en Tianjin y luego en Siaochang. Durante este tiempo también compitió esporádicamente en algunas carreras, como en 1928, cuando venció a varios atletas olímpicos de Francia y Japón, o en 1930, cuando ganó en los campeonatos del norte de China. También en este tiempo realizó algunos viajes a Escocia. En 1932 se casó en Tianjin con Florence Mackenzie, hija de unos misioneros canadienses, con la que tuvo tres hijas. A partir de 1941 la vida en China se volvió peligrosa debido a la guerra con Japón, y la embajada británica les aconsejó que regresaran a Europa. Liddell decidió quedarse, pero envió a Florence y a sus hijas a Canadá, mientras él aceptaba un nuevo destino en la misión rural de Siaochang. Eric se quedó en China. En concreto, en una misión en una paupérrima comarca en la que ya trabajaba su hermano Rob como médico. El trabajo era ingente y todo se complicó cuando en 1943, la misión fue desmontada y Liddell ingresó en un campo de prisioneros. Allí se convirtió en un líder, ayudando a los mayores, entreteniendo a los jóvenes y leyendo la Biblia para los demás. El 21 de febrero de 1945 escribió una carta a su mujer, en la que le decía que estaba cerca de sufrir un ataque de nervios. Precisamente, ese mismo día, Liddell murió repentinamente. Al parecer, sufría un tumor cerebral que empeoró por las malas condiciones del campo de prisioneros. Su muerte fue muy llorada en Reino Unido.
Un héroe
Hace poco, con motivo de los Juegos de Pekín en 2008, el Gobierno chino reveló que Eric Liddell tuvo ocasión de salir del campo de prisioneros, merced a un acuerdo entre los chinos comunistas y el gobierno británico. Pero no ocurrió nunca, ya que Liddell renunció a salir para que en su lugar, pudiera ser liberada una mujer que estaba embarazada. A pesar de su muerte, la leyenda de Eric Liddell permaneció siempre. La Universidad de Edimburgo tiene una placa en su honor, y la iglesia episcopaliana americana lo considera casi como un santo. En 1980, cuando el escocés Alan Wells ganó el oro en los 100 metros lisos de Moscú 80, sus primeras palabras fueron de recuerdo para Eric Liddell. Su figura se hizo mundialmente famosa cuando en 1981, la película Carros de Fuego recogió la historia de Liddell y Abrahams y ganó cuatro oscars, uno de ellos el de mejor película. Su personaje, por cierto, fue interpretado por otro escocés y ex alumno de la Universidad de Edimburgo, Ian Charleson, que falleció de sida en 1990.
Película
La película Carros de Fuego, dirigida por Hugh Hudson y estrenada en 1981, recoge su historia así como la de su compañero de equipo Harold Abrahams, campeón olímpico de los 100 metros en París 1924. Liddell está interpretado por el actor Ian Charleson, y el argumento, que realza el dramatismo, se centra en los conflictos de distinta índole que les afectan a ambos, y de manera especial la decisión de Liddell de no correr en domingo durante los Juegos de 1924. De todas formas, en esta película hay varios detalles no menores, que difieren de lo que en realidad pasó. Liddell no decidió no correr el día domingo. Lo que en realidad sucedió, fue que no se enteró cuando viajaba en barco sobre la programación de las competencias de 100 metros y la posta, lo que lo excluyó de estas carreras.

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