viernes, 2 de marzo de 2018

Líderes, deja que te vean sudar

Nunca dejes que te vean sudar.
O, como solían decir.

Aparentemente, la frase "Nunca dejes que te vean sudar" provino de un comercial desodorante de la compañía Gillette de 1984.

Es una gran frase. Cuando era más joven, era un dicho cultural popular. La idea fue utilizada para mucho más que un desodorante. Si realmente quieres ser un hombre, nunca dejes que te vean sudar. Si quieres mostrar coraje, nunca dejes que te vean sudar. Y, tal vez incluso, si quieres liderar bien, nunca dejes que te vean sudar.

Tristemente, la frase o la mentalidad se ha trasladado a la mente de algunos líderes hoy. Muchos líderes temen ser descubiertos por sus ineficiencias y deficiencias.

He encontrado esto igualmente cierto de los pastores. Incluso tuve parroquianos que me dijeron que no querían saber mis debilidades. Quieren verme por encima de la tentación y el fracaso. Pero, retratar eso sería hipocresía de mi parte.

Aquí está la conclusión, en mi opinión.

¡Será mejor que te vean sudar!
El liderazgo es más acerca de ser real con las personas. Es admitir el fracaso. Es ser transparente acerca de las debilidades. No está cubriendo fallas, sino que las está exponiendo para que otros puedan aprender de ellas.

Liderar bien es estar dispuesto a decir: "No sé cómo" o "Esa no es mi área de especialización" y luego pedir ayuda. Incluso está dispuesto a decir: "Tengo miedo" o "No puedo hacer esto", aparte de la gracia de Dios.

Este es mi consejo:

Use su desodorante para la protección de las axilas, pero cuando se trata de un liderazgo auténtico, ¡se trata del sudor!

Déjame ser claro. No estoy sugiriendo que no intentes lo más que puedas, o pongas tu mejor esfuerzo, o que constantemente te quejas de no poder mantener el ritmo. La gente quiere seguir líderes confiables y capaces.

Sugiero que no trates de ser alguien que no eres y que seas honesto sobre quién eres en realidad.

Aprender la diferencia es parte de ser un buen líder.

Ron Edmondson

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