martes, 12 de septiembre de 2023

Soltar a la gente y ...

 Seguir creciendo

“Y se quedaron allí con los creyentes por mucho tiempo”, Hch 14:28

La iglesia de Antioquia de Siria fue la que libero a Bernabé y Saulo para el trabajo que el Espíritu Santo les indicaría. Enviados por el Espíritu Santo comenzaron su primer viaje hacia nuevos desafíos. Cuando terminaron su tarea llevaron un informe a la iglesia en como Dios había abierto la puerta de fe a los gentiles. Cada iglesia que participa en la obra misionera suele descubrir nuevas dimensiones del evangelio y es fortalecida en su fe. La naturaleza de la iglesia es misionera y somos llamados a capacitar a la gente para la obra que Dios les indique. La iglesia es una comunidad que nació hablándole a todas las lenguas. Se trata de una fe pública que no pasa desapercibida. La iglesia existe porque existe la misión de Dios. Esta misión tiene lugar en cualquier parte y se dirige hacia todos lados. La misión comienza cuando abrimos la puerta de nuestras casas para salir fuera. Se extiende a toda etnia y cada creyente es un misionero. La fe en Jesucristo es una fe que nació para caminar. Hablamos de una fe que interviene en la vida cultural, política y económica. Se fundamenta en el poder del amor mostrando compasión con los que sufren. Una vez más somos llamados a soltar a la gente, animarlos en avanzar hacia nuevos contextos y luego seguir creciendo junto a ellos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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