domingo, 29 de octubre de 2023

Caminar hacia el otro

 Equipos

“Varios hombres lo acompañaron: Sópatro, que era hijo de Pirro y vivía en la ciudad de Berea; Aristarco y Segundo, que eran de la ciudad de Tesalónica; Gayo, del pueblo de Derbe; y Timoteo, Tíquico y Trófimo, que eran de la provincia de Asia.  Todos ellos viajaron antes que nosotros y nos esperaron en la ciudad de Tróas.  Cuando terminó la fiesta de los panes sin levadura, Pablo y los que estábamos con él salimos en barco, desde el puerto de Filipos hacia la ciudad de Tróas. Después de cinco días de viaje, llegamos y encontramos a aquellos hombres, y nos quedamos allí siete días”, Hch 20:4-6

Cuando Pablo decide volver por Macedonia llama la atención las personas que le acompañan y de donde provenían las mismas. Pablo estuvo rodeado por un equipo multicultural y multiétnico. Así había sido la experiencia de la iglesia de Antioquia de Siria, Hch 13:1-4. Cuando trabajamos en equipos de diferentes culturas tenemos la oportunidad de crecer, aprender y madurar juntos unos con otros. Podemos escuchar a Dios cuando aprendemos a escucharnos unos a otros. La misión avanza en su realización cuando trabajamos como un cuerpo, como comunidad misionera y en equipos. Pablo nos recuerda “Aunque soy libre, vivo como si fuera el esclavo de todos. Así ayudo al mayor número posible de personas a creer en Cristo. Cuando estoy con los judíos, vivo como judío, para ayudarlos a creer en Cristo. Por eso cumplo con la ley de Moisés, aunque en realidad no estoy obligado a hacerlo. Y cuando estoy con los que no obedecen la ley de Moisés, vivo como uno de ellos, para ayudarlos a creer en Cristo. Esto no significa que yo no obedezca la ley de Dios. Al contrario, la obedezco, pues sigo la ley de Cristo. Cuando estoy con los que apenas empiezan a ser cristianos, me comporto como uno de ellos para poder ayudarlos. Es decir, me he hecho igual a todos, para que algunos se salven. Y todo esto lo hago porque amo la buena noticia, y porque quiero participar de sus buenos resultados”, 1 Co 9:19-23. Nuestra oración es que el Señor nos ayude para saber caminar hacia el otro. Que podamos ensanchar nuestra mente y corazón.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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