lunes, 7 de abril de 2025

Convivir en la diversidad

 Caminar hacia el centro

“Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.”, Jn 17:20-22

El texto de Juan 17 presenta el modelo de la unidad sobre la base del amor trinitario. El Señor ruega al Padre “que sean uno, así como nosotros somos uno”, Jn 17:22 y abre una nueva perspectiva a nuestra mente, donde sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. La fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse realizándose en las otras. La oración de Jesús fue oída por el Padre, así que, en Cristo y en la perspectiva de Dios, ya somos uno. El cuerpo de Cristo desde su perspectiva es indivisible. “Nuestro pasado puede ser denominacional, pero nuestro futuro es ecuménico. Nuestro gran desafío es como convivir en la diversidad”. Ser una comunidad trinitaria implica que hay diversidad sin uniformidad, diferencia sin división y distinción sin individualismo. La comunidad de la iglesia debe ser como una danza de vida y amor. Debemos dejar la división, pero no la diferencia; dejar la uniformidad, pero no la diversidad; dejar el individualismo, pero no la distinción y personalidad. La comunidad implica danzar alrededor, danzar en torno e intercambiar lugares. Es cuando estamos compenetrados con el otro respetando su personalidad. Hacer espacio para otros, vaciarnos de nosotros mismos y ser humildes. Respetar, dar dignidad y tener una relación cara a cara.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

domingo, 6 de abril de 2025

Recuperando el Silencio en mi Relación con Dios | Ritmos | Andrés Pérez ...

Los ojos de la fe

 Diferente

Jesús oró por sus discípulos y dijo: …que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, … Que vean mi gloria, la gloria que me has dado…, Jn 17.20-24.

La palabra gloria generalmente se la asocia con esplendor, magnificencia, grandeza, renombre y reputación. Implica reconocimiento por haber hecho algo importante o cubrirse de gloria cuando se consigue fama por una acción determinada. Vale preguntarnos ¿Qué gloria le dio el Padre a Jesucristo? ¿Qué tipo de gloria quiere que veamos y contemplemos? ¿Qué gloria nos quiere dar a nosotros? ¿Qué relación tiene esto con la evangelización, misión y unidad de su pueblo?  El Evangelio de Juan es un evangelio de sorpresas donde “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad”, Jn 1:14. Una gran sorpresa fue que el mundo no vio su gloria, Jn 1:10. Cuando Jesús anduvo por los caminos polvorientos de Palestina parece que no caminaba en el aire con un coro de Ángeles. Fue todo lo contrario: se ensució tanto que parece que otros no vieron nada excepcional en él. Jesús hizo milagros, pero muchos que lo observaban no vieron nada, Jn 6:30. Para ver a Jesús hacen falta los ojos de la Fe. Cuando el Verbo se hizo carne, al mundo no le costó nada ver en Jesús a un hombre, a un ser humano. El tema clave es darnos cuenta de que podemos ver algo más. Los religiosos y otros no lograron ver algo más; a nosotros también nos puede pasar sino lo vemos con los ojos de la Fe. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 4 de abril de 2025

La vida del ser humano no puede ser buena a menos que se viva en comunidad

 La iglesia como comunidad del Reino de Dios

Cuando hablamos sobre la iglesia que es la comunidad del Reino de Dios, decimos que somos llamados a ser una comunidad trinitaria. La trinidad es como una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se reciben plenamente, en donde cada una de ellas se vuelve “una” con las otras. La escritura dice "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza", Gn 1:26. Dios está hablando en plural, es decir que ya está en comunidad. La imagen de Dios es el ser humano en comunidad. La vida del ser humano no puede ser buena a menos que se viva en comunidad. El texto de Juan 17 presenta el modelo del amor trinitario basado en la unidad. El Señor ruega al Padre “que sean uno, así como nosotros somos uno”, Jn 17:22 y abre una nueva perspectiva a nuestra mente. Esta fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse realizándose en las otras. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. Esta fe trinitaria es relacional, se experimenta en comunidad y sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita. Nuestro desafío como iglesia es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

Ore por los Daza en el Chad

 Ore por los Daza en el Chad

Los hombres daza ocasionalmente encuentran trabajo estable en aldeas o ciudades. Las mujeres daza trabajan en casa y son responsables de cocinar y limpiar. Los ingresos provienen principalmente de la venta de animales. Los hombres daza usan pantalones holgados con cordones debajo de túnicas de manga larga. Normalmente su ropa es blanca, y a menudo usan turbantes o pequeños gorros musulmanes. Las mujeres daza tradicionalmente llevan vestidos largos. Aunque no se les exige que lleven velo, a menudo lo llevan para protegerse del sol, del polvo o del frío. La sociedad daza está dominada por los hombres. Los matrimonios suelen ser concertados, y las familias intercambian regalos. La mayoría de los daza obtienen el agua de pozos, que a menudo no está muy limpia. Los obreros cristianos, con el equipo y las habilidades adecuados, podrían ayudarles con sus necesidades de agua.

No tenemos conocimiento de ningún seguidor de Cristo entre los daza de Chad. Necesitan escuchar el evangelio de alguien fuera de su cultura.

Enfoque bíblico: "Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza."
- Salmos 66:1-2

Que muchos de este grupo étnico estén haciendo justamente esto muy pronto. Pídele al Señor que llame a gente que este dispuesta a ir a Chad y ministrar el amor y la compasión de Cristo a los daza. Ore para que Dios libere a los daza de su estilo de vida de guerra. Ore para que Dios levante equipos de intercesores que se pongan en la brecha por los daza. Pídele al Señor que levante una red de iglesias fuertes entre los daza.

Nombre de la Etnia: Daza
País: Chad
Población: 565,000
Población Global: 665,000
Idioma Principal: Dazaga
Religión Principal: Islam
Biblia: Porciones
Audio del Nuevo Testamento en línea: No
Película de "Jesus": Sí
Grabaciones en Audio: Sí
Seguidores de Cristo: Pocos, menos del 2%
Estatus: No Alcanzados


jueves, 3 de abril de 2025

Unidad, comunión y solidaridad

 Jesús ora por todos nosotros

“No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno”, Jn 17:20-22 

Tenemos como Iglesia local y global un desafío: trabajar en unidad, comunión y solidaridad porque Cristo es la verdadera señal de unidad y desde su principio, el Señor nos ha desafiado al trabajo en equipo. José Miguez Bonino nos habla que «la misión puede ser el principio material de nuestra unidad». La cooperación en la tarea práctica de la misión es el primer paso hacia una unidad más profunda. La unidad ha sido lograda por medio de Jesucristo. Tenemos una fe trinitaria que es una fe relacional. Dios en tres personas, pero siempre uno. Su oración es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21. Como comunidad trinitaria somos desafiados a vivir compenetrados unos con otros. Para describir la trinidad algunos usan la palabra perijóresis o perichóresis que fue tomado o fijado en la iglesia antigua por los Padres Capadocios. Se trata de un término griego que está construido por dos palabras: una es peri (alrededor) y la otra choreo (danzar). Es bailar juntos danzando en círculo o alrededor. Significa “intercambiar lugares”, “danzar en torno”. Una danza de vida y amor. Cada persona de la trinidad provee espacio para las otros dos. Esta fabricación de espacio está asociada con el vaciamiento de uno mismo, Fil 2:6. Hay comunión y comunicación total, donde cada persona existe solamente en la medida que camina y avanza hacia la otra, ocupando su lugar y habitando en ella. La trinidad es una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se reciben plenamente, en donde cada una de ellas se vuelve “una” con las otras. La permanencia y la morada de una de las tres Personas en la otra significa que son inseparables, que no han de separarse. Hay una compenetración. Cada persona está en el otro y viceversa, sin mezcla, fusión o confusión. Se mantiene la personalidad, sin caer en el individualismo. Hay unidad con distinción, distinción sin mezcla, y unidad sin separación. Que Dios nos ayude a vivir una fe trinitaria. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Cómo permanecer en Jesús - Andrés Pérez

martes, 1 de abril de 2025

Igualdad, justicia y respeto

 Dignidad

“Este es mi mandato: ámense unos a otros.”, Jn 15:17

La dignidad implica reconocer y valorar la humanidad de cada individuo, tratándolos con igualdad, justicia y respeto. “Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo… El día que fueron creados los llamó “Seres humanos”, Gn 5:1-2. El mundo del primer capítulo del Génesis es un ideal. Es el ideal de Dios sobre la creación. Es el ideal de vivir en una correcta relación con Dios, con el prójimo y con la creación. Esto nos da esperanza y dignidad. Vivimos tiempos donde se está perdiendo el valor a la vida, el respeto y la dignidad. “La proclamación de que todos somos creados iguales, a la imagen de Dios, desafía categóricamente todo intento de discriminación, desprecio e indiferencia”. A pesar de las diferencias culturales, étnicas y cualquier otra diferencia que se pueda crear, todos provenimos de un Creador que es el Padre Celestial y de nuestro antepasado Adán. Hay principios para tener presente en nuestra vida y carácter. Son fundamentos para que estén activos en toda comunidad y sociedad. Un encuentro entre la verdad y la justicia es un excelente comienzo. La justicia es poner en orden las cosas y dar a cada uno lo que corresponde. La justicia y la paz se unen y la verdad se encuentra con la misericordia. Sin amor somos como un metal que resuena y nada más. En medio de los desacuerdos, divisiones, conflictos y luchas de nuestra sociedad el texto nos llama a que veamos la imagen de Dios en nuestro prójimo y tomemos la perspectiva de Dios: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”, Lv 19:18. Volvamos nuestra mirada al Dios creador. “El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la justicia y la paz.”, Sal 85:10

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox