jueves, 29 de febrero de 2024

Servicio

 Con Autoridad

"Jesús y sus discípulos fueron al pueblo de Cafarnaúm. El sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban admirados de sus enseñanzas, pues cuando les hablaba, lo hacía con autoridad, y no como los maestros de la Ley”, Mc 1:21-22

Jesús va a una sinagoga donde se desarrolla la oración, la lectura y la explicación de la ley. Eran edificios sencillos y la predicación la hacía el presidente de la asamblea o bien algún participante. Los religiosos eran especialistas en compartir las escrituras y eran los intérpretes oficiales de la ley, por lo tanto, tenían autoridad. Ahora bien, la autoridad de Jesús que tanto impresiona a la gente es de otro tipo. Es una autoridad que viene de lo alto y es reconocida por el pueblo, no por un sentido de sujeción y de miedo, sino porque todos ven la preeminencia que hay en su corazón, sus aspiraciones más profundas de libertad. No es una autoridad que está vinculada con el puesto que ocupa, sino una autoridad que lo demuestra por lo que hace y no sólo por lo que dice, 1 Co 4:20. En Jesús, el mensaje es inseparable de su ser. El mensaje es él mismo. Proclama y actúa. Palabra y obra, obra y palabra. Jesús nos muestra un sentido diferente de lo que significa la autoridad. Es una autoridad que está para servir y no para ser servido. Es una autoridad que no se vale de sus privilegios divinos para beneficio propio. Es una autoridad que conoce su identidad y no necesita valerse del poder para dominar o manipular a los demás. Es una autoridad basada en la gracia y la misericordia, da vuelta el orden social, y nos ama hasta el fin. Jesús está a favor de los sencillos y pequeños. Jesús traspasa el poder religioso y restituye la libertad. “Y si yo echo fuera los demonios con el poder del Espíritu de Dios, con eso les demuestro que el reino de Dios ya está aquí”, Mt 12:28. «¿Entienden ustedes lo que acabo de hacer?... Pues si yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros", Jn 13:12-17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 28 de febrero de 2024

Ojos de Fe

 Revelación

El evangelio de Juan es revelador cuando nos dice “El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no le reconoció”, Jn 1:10. Jesús no llegó a esta tierra en helicóptero, tampoco en un avión privado, no anduvo con un traje de seda blanco respaldado por las grandes firmas comerciales y tampoco caminaba a diez metros de altura haciendo alarde de su poder. La identidad de Jesús es conflictiva para muchos. Corremos el riesgo de olvidarnos del “Jesús carpintero, el otro lado del Jesús Hijo de Dios”. Dios en la persona de Jesucristo se hace humano, elige la periferia, una provincia pobre, un hogar humilde y camina por las aldeas y pueblos sirviendo a la gente. Jesús no usó su divinidad para hacer ostentación de su poder, Fil. 2:5-8. El evangelio nos sorprende cuando dice que el mundo no le reconoció, porque a Jesús solo se lo puede ver con los ojos de la Fe.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

martes, 27 de febrero de 2024

A todas partes

 Vámonos de aquí

Jesús enseñaba, pero no se detenía ahí. Liberaba a las personas de los demonios y las sanaba como fue el caso de la suegra de Simón y muchos más que padecían de diversas enfermedades, Mc 1:30-34. El evangelio de Marcos nos relata que muy de madrugada cuando todavía estaba oscuro se iba a un lugar solitario para orar. Simón y sus compañeros salieron a buscarlo y le dijeron “Todo el mundo te busca. Jesús respondió: Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde pueda predicar, para esto he venido”, Mc 1:35-39. Jesús no se centró en formar una mega estructura religiosa sino en recorrer toda Galilea predicando y expulsando demonios. El Señor “no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan”, 2 P 3:9. Nada ni nadie puede detenerlo. Nadie puede parar a Jesús. Jesús se define como el camino y nos espera en otra parte. Se traslada de un lugar a otro sin tener domicilio fijo. Sabe caminar a oscuras, corre riesgos y disfruta la aventura. Estar con Cristo significa movernos con Él y aceptar el riesgo del camino. El evangelio tiene que ver con el creer en Cristo, el Hijo de Dios y el creer en Cristo tiene que ver con saber vivir. Es difícil conocerlo si nos mantenemos distantes. Es cómodo hablar de una geografía donde nunca pusimos los pies. Al Señor le encontramos cuando nos unimos con Él. Se nos llama a ser buscadores de Dios, pero no podemos privatizarlo o domesticarlo. La pregunta final es ¿dónde nos lleva? Jesús nos invita a seguir su caminar hacia las tierras lejanas y nos espera en la próxima parada de nuestro futuro. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 26 de febrero de 2024

Levantarnos

 Seguir en su camino

“Tan pronto como salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.  La suegra de Simón estaba en cama con fiebre y enseguida se lo dijeron a Jesús”, Mc 1:29-30

Marcos nos describe un milagro y sus consecuencias inmediatas. Se nos habla de la suegra de Pedro, pero no de su esposa. Algunos comentaristas sugieren que Pedro era viudo, pero Pablo comenta que la esposa de Pedro le acompañaba en sus primeros viajes de misión, 1 Co 9:5. Los discípulos aparentemente son los que le comparten a Jesús lo que sucede con la suegra de Pedro. El milagro que han visto en la sinagoga les da confianza. “Jesús se acercó, la tomó de la mano y la ayudó a levantarse”. Jesús levanta a las personas de su estado de enfermedad y frustración. La comunidad primitiva quizás podía interpretar el episodio en la clave de la resurrección. “Entonces se le quitó la fiebre y comenzó a servirles”. La doctrina es la gracia y la ética es la gratitud. No podemos ganarnos la salvación por nuestros propios méritos. Todo es de Él por pura gracia. Lo que si podemos hacer es seguirle en el camino, ser discípulos y hacer discípulos del Señor. Nuestra respuesta es servir y seguir en su camino por gratitud. No podemos hacer nada más y nada menos para que Dios nos ame y nos salve por su gracia. Dios nos ama, te ama. Jesús nos dice: “a ti te digo, ¡levántate!”. Somos llamados a levantarnos y ayudar a otros a que se levanten a una nueva vida en el nombre de Jesús.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

domingo, 25 de febrero de 2024

Derrotar al mal

 Admiración

«¿Qué clase de enseñanza nueva es esta? —se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad!», Mc 1:27
 
La misión de Jesús es anunciar la buena noticia que Dios ha venido a derrotar el mal, bendecir a la humanidad y reinar sobre las naciones. “Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados”, Col 1:13-14. Jesús uso su autoridad para liberar. Las personas son el enfoque, la misericordia y el amor de Dios por toda la humanidad. El Rey lucho contra el mal para liberar al pueblo. “Cuando Jesús bajó de la barca, vio a la gran multitud, tuvo compasión de ellos y sanó a los enfermos”, Mt 14:14. Se movió por la compasión a beneficio de los que habían sido dañados por la maldad. “Tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas”, Mc 6:34. Jesús Sano y Enseño. Su autoridad no la utilizo para su propio beneficio sino para el beneficio y liberación de la gente. Peleaba contra el dominio de Satanás para rescatar, liberar y salvar. Jesús peleo con valor enfrentando a los demonios y la enfermedad. El pastor peleo contra los lobos para salvar a las ovejas, Jn 10:11-13. «Les digo la verdad, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo eran ladrones y bandidos, pero las verdaderas ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.  El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante”, Jn 10:7-10. Jesús nos deja mover con entera libertad y hallar buenos pastos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 24 de febrero de 2024

Potestad

 Influencia, poder, mando

"¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad!”, Mc 1:27

La enseñanza de Jesús es nueva porque lo hace con una autoridad que es diferente a lo que solemos conocer. Puede haber autoridad profesional y técnica que trasmite conceptos y puede estar unida a la repetición de una tradición. La autoridad de Jesús viene por otro lado y se afirma con un testimonio de clara evidencia. En la época de Jesús como también en nuestro tiempo se puede hablar desde una posición de poder y mando, pero no necesariamente esto representa la influencia en el poder del amor. La palabra de Jesús es eficaz, poderosa para sanar, liberar y salvar. No pretende hacerse escuchar porque tiene autoridad; su vida le da esa autoridad en la que logra hacerse escuchar. Jesús tiene una palabra que sorprende, que llega al corazón y que pone en movimiento a alguien y algo. Es una palabra que tiene algo para decirnos, sabe como decirla y produce seguimiento o rechazo. Jesús se posiciona en la calidad de su palabra y no desde la autoridad jerárquica que está ligada con el puesto que uno tiene. En Jesús vemos que su ser y opciones están abiertas invitando a toda la humanidad para estar en su seguimiento. No se trata de la profesionalidad religiosa sino de la pasión, no de la burocracia y deber sino de la convicción y el amor. Su palabra no le tiene miedo a los obstáculos y las oposiciones que provoca. Dios no deja de asombrarnos y golpea nuestro corazón endurecido por la costumbre y la rutina. Desea abrir un camino, un espacio, liberar y hacer algo nuevo. La autoridad que viene de lo alto se dirige hacia lo bajo, a favor de toda persona. Su palabra es liberación y crecimiento. Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. “La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.”, He 4:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 23 de febrero de 2024

Esplendor

  Plenitud de vida

“¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret?", Mc 1:24

Jesús nos dice “Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente”, Jn 10:10. Dios quiere lo mejor para nuestra vida, pero también le podemos decir ¿Porque te metes con mi vida? ¿Qué es lo que deseas quitar? Jesús puede ser un extraño o intruso cuando le negamos la opción de hacer algo diferente. Cuando Dios llamo a Jeremías le dijo «He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar», Jer1:9-10. No podemos construir algo nuevo a partir de lo viejo, sin demoler, arrancar, derribar y destruir. Dios se ha propuesto construir y plantar algo diferente que nos lleva a vivir en plenitud. La salvación comienza en el momento mismo en que aceptamos que Jesús viene a nuestra vida a sacar todo lo que no sirve y hacernos nuevas personas. “Yo, por mi parte, pondré mi confianza en Dios. Él es mi salvador, y sé que habrá de escucharme”, Mi 7:7 «El mensaje está muy al alcance de la mano, está en tus labios y en tu corazón». Y ese mensaje es el mismo mensaje que nosotros predicamos acerca de la fe: Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres hecho justo a los ojos de Dios y es por declarar abiertamente tu fe que eres salvo”, Ro 10:8-10

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 22 de febrero de 2024

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“Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar... De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!» Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él", Mc 1:21-26

Martín Lutero decía “Donde Dios ha construido una iglesia, el demonio construye también su capilla”. Saber diferenciar una de la otra es la esencia de la comunión entre los creyentes y saber cómo enfrentar el mal. Suele pasar que algunas veces se vive entre los extremos que todo lo que pasa y anda mal es demoníaco o nada es demoníaco. Dios está en el centro de todo, el señorío es de Cristo y es clave rechazar la centralidad del demonio. Dios nos invita a ver y vivir en su Gracia y el demonio es inferior a Dios bajo todos los conceptos. “Debemos rechazar el demonio como excusa para anular la libertad y la responsabilidad humana. Antes que nada, debemos señalarnos con el dedo a nosotros mismos, no consolarnos diciendo que otros nos arrastran, nos despedazan y nos quebrantan”. Ante todo, está el ser humano con su libertad y con su riesgo fascinante. “Piensa bien antes de actuar, y estarás bien protegido; el mal no te alcanzará ni los malvados podrán contigo”, Pr 2:11-12 “El cielo y la tierra son testigos de que hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo, a ustedes y a sus descendientes, que elijan la vida”, Dt 30:19. “Busquen al Señor y su fuerza, búsquenlo continuamente”, 1 Cr 16:11

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

miércoles, 21 de febrero de 2024

Autoridad Absoluta

 El más fuerte

“Jesús y sus compañeros fueron al pueblo de Capernaúm. Cuando llegó el día de descanso, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar”, Mc 1:21

Cuando la comunidad de fe atraviesa periodos de un sueño profundo el diablo duerme tranquilamente. Muchas veces el peligro está oculto, es secreto e invisible. Esto puede pasar cuando tenemos un estilo de vida opaco, decadente y perdemos el compromiso en ser discípulos de Jesús. En estas circunstancias el demonio puede dormir con mucha tranquilidad, se entrega al sueño, desaparece de circulación, porque no tiene nada que temer. Cuando el demonio se siente amenazado trata de no perder sus posesiones que debilitan su poder y cuestionan su imperio. La llegada de Jesús hace sonar todas las alarmas y los demonios saltan: “¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?”. Llego el más fuerte y tiene la autoridad absoluta. Su nombre es Jesús. “Permítanme darles otra ilustración. ¿Quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa”, Mc 3:27. “Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente. Yo soy el buen pastor. El buen pastor está dispuesto a morir por sus ovejas”, Jn 10:10-11. Expulsemos al demonio, pero no a Jesús. “Porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz», Ef 5:14

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 20 de febrero de 2024

Amor

 Los intereses de Dios

"En la sinagoga, había un hombre que tenía un espíritu malo. El espíritu le gritó a Jesús: —¡Jesús de Nazaret! ¿Qué tienes contra nosotros? ¿Acaso vienes a destruirnos? Yo te conozco. ¡Tú eres el Hijo de Dios!", Mc 1:23-24

Hay fuerzas que impiden a la persona ser humano y desfiguran la creación de Dios. Es fundamental quitar esta fuerza que destruye porque los enemigos del ser humano son los enemigos de Dios. Indudablemente lo que atenta contra el ser humano atenta contra su dignidad y contra Dios. Los intereses de Dios se juegan en el terreno de los seres humanos. El enemigo es común y el ser humano es asunto de Dios. El espíritu maligno, gritó: “¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?” Su amor y autoridad hace salir de todo ser humano lo que tiende a esclavizarlo. Al estilo de Jesús somos llamados a escuchar el grito de aquellos que viven lo que es indebido y por mas que nos griten que no debemos meternos en ciertos temas, no hay que dudar. Es la señal por la cual debemos participar anunciando el reino de Dios.  “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.”, Jn 3:16-17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 19 de febrero de 2024

Propuesta liberadora

 Libre

“Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él”, Mc 1:25-26

En el evangelio de Marcos la expulsión de demonios ocupa un lugar importante. Las personas son víctimas de fuerzas malignas y Jesús se encuentra frente a una persona que no es él mismo y que está ocupado abusivamente por otro. Nos encontramos ante un enemigo común, de Dios y del ser humano. El demonio suele ocupar lo que Dios quiere sanar, restaurar, devolver la dignidad y sentido de la vida. El espíritu maligno debe salir porque Dios quiere consagrar la vida de todo ser humano a su destino original y encontrar la armonía en todas sus relaciones. El éxodo del ser humano hacia Dios se inicia con el éxodo de los espíritus malignos que suelen apoderarse de las personas. Día a día necesitamos las palabras de Jesús que le dice a toda maldad que nos rodea ¡Sal de aquí! Dios nos ama profundamente y nos quiere liberar de todo pensamiento y espíritu que nos lleva a la muerte. Su propuesta es liberadora de toda opresión y permite al ser humano tener una correcta relación con Dios, unos con otros, consigo mismo y con la creación. Necesitamos esa palabra simple de Jesús cuyo resultado final es nacer de lo alto en una nueva creación y ser liberados del mal. Jesús obliga a salir afuera al verdadero enemigo y derrotarlo. Jesús nos da un espacio de libertad y de comunión. “Y si yo echo fuera los demonios con el poder del Espíritu de Dios, con eso les demuestro que el reino de Dios ya está aquí”, Mt 12:28

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 18 de febrero de 2024

El poder de Dios

Autoridad

“De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!», Mc 1:23-24

La autoridad que tiene Jesús no solo se basa en su enseñanza. El milagro es otra manifestación de su autoridad. El poder mostrado por Jesús está orientado en favor de los demás. Dios se hace presente y actúa en el mundo a través de la enseñanza y a través de la palabra que sana. Dios libera a las personas en el hecho de que su palabra es una palabra que hace que suceda algo. Dios se hace presente en nuestro tiempo, nos confronta, nos llama y el demonio advierte que su reino se ve amenazado porque es embestido por el reino de Dios. Solo el Santo de Dios puede darnos “vida entera”, con propósito y proveer lo necesario para desarrollarnos para el bien de toda la humanidad. “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”, Jn 8:36 “Pues el reino de Dios no consiste en las muchas palabras sino en vivir por el poder de Dios”, 1 Co 4:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 17 de febrero de 2024

Inmenso Amor

 Diferente

"Lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa”, Mc 1:22
En la época de Jesús había muchos maestros, intérpretes oficiales o teólogos especialistas que interpretaban las escrituras ¡Si alguno tenía autoridad, eran precisamente ellos! La autoridad de Jesús que impresionaba a la gente era de otro tipo. Era una autoridad que venía de lo alto y que era reconocida por la gente común. No estaba fundada en el miedo, reglamento o bien en el legalismo y la obediencia a ciegas. Su autoridad se basaba en que la gente podía ver las exigencias de su corazón, su amor y las aspiraciones más profundas de libertad. No era una autoridad basada en algún puesto, sino en su propia persona. En Jesús, el mensaje es inseparable de su ser. El mensaje es él mismo. Su corazón está a favor de los “pequeños” y es el que hace libre a las personas. Jesús nos cuestiona en términos de autoridad. Nos hace pensar en el amor y nos dice “Misericordia quiero y no sacrificio”. Nos habla de la gracia, nos lleva a lugares espaciosos para que podamos movernos en libertad, se acerca a nosotros y una y otra vez nos dice “Te amo”.  Inmenso amor que lo cubre todo y que no lo puedo conquistar en base al mérito. No puedo hacer nada más y nada menos para que Dios me siga amando: “Me ama y te ama”. “Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de la gracia de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama”, He 4:16
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

Be Alright (LIVE) - Evan Craft, Redimi2, Danny Gokey

jueves, 15 de febrero de 2024

Compartir la vida

 Con vocación

“Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!», Mc:1:17

Lo importante en la vida no es tanto lo que uno hace sino lo que uno es. Puede existir un hacer, pero alejado de mi vocación de discípulo que implica compartir la vida y llamar a otros a seguir a Jesús. El Señor trabaja en relación con nuestro ser, cambiando nuestra mentalidad y forma de pensar. Nos hace crecer en el desarrollo de las opciones del Reino de Dios. Cuando se piensa bien es cuando aceptamos pasar de la experiencia a la inexperiencia. Algunos de sus discípulos eran expertos en materia de pesca de peces y cosas afines, pero su nuevo oficio como pescadores de personas los confrontaría con su incompetencia. Jesús les dijo: “¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!”. Dios nos llama a participar de algo más grande y nos dice “que vengan los inexpertos”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 14 de febrero de 2024

Espacios Sagrados

En otra parte

"Entonces Jesús salió de nuevo a la orilla del lago y enseñó a las multitudes que se acercaban a él.  Mientras caminaba, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en su cabina de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Leví se levantó y lo siguió", Mc 2:13-14.

Dios no busca una determinada categoría de personas o gente muy especial. La invitación es abierta para todas las personas que deciden tomar en serio el Evangelio y creer la buena noticia. Somos llamados a creer, seguir y recorrer el camino del Señor. No se trata de interpretar un rol religioso o jerárquico. Cuando rechazamos las opciones y actitudes de servicio del Señor hemos decidido no seguir y distanciarnos de Jesús de Nazaret. El llamado de Jesús no está orientado y acomodado en el recinto del templo, en un momento religioso, sino en una escena totalmente profana o secular. Gente que trabaja como Simón, Andrés, Santiago y Juan caen en la red de Cristo mientras están ocupados en su oficio de pescadores. El riesgo hay que tomarlo fuera del templo cuando estamos cara a cara con alguien que tiene necesidad de mi vocación como discípulo del Señor. Es una perspectiva distinta cuando nos damos cuenta que anunciar el Evangelio lo podemos hacer con cualquier oficio, dedicándonos a cualquier actividad. Se trata de otros espacios que son sagrados para Dios y donde él está trabajando en buscar hombres y mujeres para el Reino.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

 

lunes, 12 de febrero de 2024

Les enseñara todas las cosas

 Dejarse hacer

“Les voy a enseñar a ganar seguidores para mí”, Mc 1:17

Los discípulos no sabían de que se trataba hacer discípulos que hacen otros discípulos, que forman comunidades de discípulos al estar en el seguimiento de Jesús. Una de las características de un discípulo es “dejarse hacer” y “ponerse en las manos del Señor”. El discípulo no dice “ya llegue” y es un proceso que “dura toda la vida”. Discípulo es simplemente uno que se está haciendo. Lo importante es seguir y seguir avanzando, creer y seguir creyendo. Es imitar al Señor siguiendo sus opciones y gestos. Lo que importa es que se intente y seguir intentando. “El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado”, Jn 14:26

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 11 de febrero de 2024

Actitudes

 Seguimiento

“Jesús los llamó, y ellos lo siguieron”, Mc 1:20

El discípulo es alguien que encontró a “Otro” y el énfasis está puesto en “Seguir”. "Después, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y les dijo: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad”, Mc 8:34-37. El seguimiento es, precisamente, lo que justifica el desprendimiento. El discípulo es uno que sigue a Jesucristo, se une a él y establece una relación profunda. Ser discípulo no es solo aprender, sino el que está determinado a “seguir”. El creyente acepta más que una doctrina un proyecto de vida. Somos llamados a un modo de pensar nuevo; a un nuevo hacer que surge del impacto con la “gracia de Dios”. Se trata de recorrer el camino que nos propone el Señor, hacer sus mismas opciones, repetir sus gestos, asumir sus pensamientos y actitudes, inspirarnos en sus criterios, adoptar sus preferencias.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 9 de febrero de 2024

En movimiento

 Una respuesta

“Jesús los llamó, y ellos lo siguieron, dejando a su padre en la barca, con los empleados”, Mc 1:20

Jesús está siempre en movimiento y pone en movimiento a las personas. Los discípulos tuvieron fe en seguir a Jesús y estuvieron abiertos a dejarse hacer. El discípulo es alguien que se entrega confiadamente a una Persona y responde a una llamada aun cuando no puede medir en concreto todas las consecuencias.  La fe es acontecimiento y una respuesta generosa al acercamiento de Jesús. En el evangelio, la fe es presentada como antídoto contra el miedo, contra el cálculo, contra la prudencia humana, contra la vacilación ante los compromisos. Cuando alguien nos llama se espera una respuesta y las decisiones que se toman tienen una relación directa con el desprendimiento. Cuando Jesús nos llama nos lleva a saber dejar algo, una separación, una renuncia, un despojo. Uno se hace creyente cuando estamos dispuestos a dejarnos quitar nuestra vieja manera de ser y pensar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 8 de febrero de 2024

Palabra creadora

 Sentido de precisión

“En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18

Todo llamado tiene un sentido de dejar lo que hacemos para atender al que nos llama. Hay una oportunidad, un momento favorable, preciso y confiable, pero requiere una respuesta. Jesucristo camina y nos llama a pertenecerle. Hay prisa, apremio, celeridad y perentoriedad. Jesús nos llama a la vocación de ser sus discípulos que hacen otros discípulos, que generan un movimiento de plantación de iglesias para que la humanidad sea bendecida, Dios sea adorado y el mal derrotado. La invitación no es suave, sino categórica, apremiante. En la llamada se revela la eficacia de la palabra. Es una palabra creadora que hace discípulos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 7 de febrero de 2024

“He sido encontrado”

 Iniciativa de gracia

“Jesús les dijo: “Síganme”, Mc 1:16-20

En Jesús encontramos a una persona que toma la iniciativa. La llamada viene de él y solo de él. Es una invitación de gracia. No depende del mérito de la persona y resulta desconcertante. La vida que sigue a Jesús es la respuesta a la manifestación de la gracia. No soy yo el que elijo, soy elegido. Dios se ha puesto a caminar por nuestros caminos y no somos nosotros los que solemos ir en búsqueda de Dios. Es Dios el que sale a buscarnos y en su desenlace positivo podemos decir “He sido encontrado”. La fe, como el seguimiento, no es conquista. El discípulo no capta al Maestro, sino que es captado por él. La doctrina es la gracia y la ética es la gratitud.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 6 de febrero de 2024

Mensaje

 Una mirada

“Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a Andrés … Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo …”, Mc 1:16-20

En Jesús solemos encontrar una mirada, una iniciativa y un llamado. Jesús vio y para dirigirse a alguien hay que verlo. En Jesús encontramos una mirada que ensancha el corazón. Es una mirada que selecciona, elige y suele llevarnos a otra manera de ser. El encuentro comienza con ver y es propuesta de relación. Jesús camina y sigue mirando. “Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles. Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó enseguida y lo siguió”, Mc 2:13-14. Es una mirada que se convierte en mensaje y hoy te llama: «Sígueme»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 3 de febrero de 2024

Comunidad

 Una escena urbana

“Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo. Ellos también eran pescadores, y estaban en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y ellos lo siguieron, dejando a su padre en la barca, con los empleados”, Mc 1:19-20

Ser discípulos significa seguir a Cristo y recorrer su mismo camino. Si nos alejamos en imitar sus actitudes de servicio nos alejamos de él, nos alejamos de creer y sólo interpretamos un papel religioso. Es posible estar “en otra parte”, lejos de su sentir y corazón, aunque tengamos un rol religioso. El llamado de Jesús no se limita con estar en el templo porque su escena principal es más bien civil, urbana y comunitaria. Simón y Andrés como Santiago y Juan pudieron visualizar otro tipo de red cuando se dieron cuenta que otros necesitaban de su oficio. Ya no se trataba de los peces sino de otro tipo de perspectivas. “En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.», Mc 1:17. Los discípulos tuvieron que pasar de la experiencia a la inexperiencia. Ellos se dejan atraer por algo más grande que ellos, no oponen resistencia y a su vez no comprenden todo. Dios confía en que podemos superarnos y lanzarnos en el campo de la inexperiencia. Quizás en este tiempo necesitamos a los inexpertos que se arriesguen a tirar otro tipo de red. Una nueva manera de ser, seguir y vivir el evangelio. Jesús nos vuelve a decir: “Sígueme”. “Como dice la Biblia: «Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.», 1 Co 2:9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox